Consolas: Análisis: “Call of Duty: Black Ops 2”


Conocer el pasado para comprender el presente. Nunca una definición de historia había servido tan bien para definir lo que es Black Ops II, un videojuego donde padre e hijo luchan en un lapso de 40 años contra un villano dispuesto a vengarse de lo que el mundo le hizo. Regresa uno de los grandes del género con uno de los títulos más completos que Call of Duty nos ha ofrecido en los últimos años. ¿Prefieres la guerra del pasado o del futuro? Con lo nuevo de Treyarch para PC lo tendrás por partida doble.
Con tan sólo ocho años desde su nacimiento también en compatibles, resulta impresionante la cantidad de material bélico que ha sido capaz de generar la serie Call of Duty. Y todavía le queda mucha guerra que ofrecernos. Otra nueva demostración la tenemos en uno de los videojuegos más esperados de este 2012 en PC, un Black Ops II que ha prometido mucho: mejor historia, misiones inéditas, toma de decisiones y, sobre todo, un multijugador superior. Pero en el campo de batalla todo hay que demostrarlo.

Treyarch ha sido la encargada de dar continuación al videojuego que ellos mismos crearon hace dos años, y el resultado, como no podía ser de otra forma, vuelve a ser una auténtica montaña rusa de disparos. Intensidad "shooter" para una fórmula que ya todos conocemos, aunque esta vez los californianos apuestan por introducir elementos que aportan frescura al concepto clásico FPS: ambientación futurista, unas nuevas misiones conocidas comoStrike Force, ligeros retoques en la linealidad de la campaña y un multijugador reforzado para hacerlo más divertido que nunca.

Estos eran los objetivos primarios del estudio estadounidense, y en líneas generales podemos decir que su batalla ha vuelto a ser un éxito. Y es que, aunque reincidente en su forma de ser, este Call of Duty continúa triunfando en lo que mejor sabe hacer: acercarnos una experiencia sin parangón, con gráficos a la vanguardia y una casi ilimitada oferta online. Muy a menudo se ponen en duda la cantidad de contenidos que ofrece un videojuego de la serie bélica de Activision, pero lo cierto es que las diferentes partes sumadas (experiencia individual, zombis, multijugador y resto de novedades) nos dan un nuevamente un título realmente completo, con una cantidad de horas de juego elevadísima.

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“Gameplay: A Bordo”

Cosas de casa - Argumento
Aunque no la parte tradicionalmente más extensa en los últimos Call of Duty, la campañasupondrá probablemente la primera parada de aquellos que decidan hacerse con el juego. Un modo historia para un jugador donde cabe apreciar que se ha realizado un fuerte esfuerzo por mejorar la narrativa del Black Ops anterior, y se nota... Tal vez haya tenido que ver el hecho de que David S. Goyer (co-guionista de los tres Batman de Christopher Nolan) aportara su pluma a esta entrega, aunque también cuenta que gocemos de más secuencias cinemáticas y un estilo más claro a la hora de narrar acontecimientos.

Todavía cuesta un poco percibir todas las tramas a la primera, pero al menos contamos con un argumento de fuerte presencia y que realiza un interesante experimento: interconectar las historias de un padre (Alex Mason) y su hijo (David Mason) mediante una serie de misiones que saltan en el tiempo, desde los años 80 a una etapa futurista: en concreto, el año 2025. Dos Guerras Frías en distintos marcos históricos narradas por distintos personajes pero con múltiples lazos en común, ya sea en forma de aliados (como Woods) o villanos.

En concreto, Raúl Menéndez es nuestro mayor enemigo, y uno realmente carismático, cuyas motivaciones para enfrentar a China contra EEUU -llevando a esta última a sufrir una ciberguerra- se nos explican desde su niñez hasta su etapa madura. No nos identificaremos totalmente con él, tampoco le odiaremos a muerte. Simplemente, podremos comprender su mentalidad, marcada por la tragedia. Todo metido en un viaje de cerca de 40 años con cantidad de idas y vueltas, eventos absolutamente imprevisibles y mucha, mucha sangre. La caja del juego ya avisa (+18), a pesar de que siempre tenemos la opción de aplicar el filtro que incorpora el título por si somos demasiado susceptibles. Hay mucha violencia gratuita, pero eso no quita que la historia sea una de las mejores que hemos tenido en un Call of Duty, siguiendo la tradición de los spin-off Black Ops que ya en su precedesor funcionaban realmente bien a nivel narrativo.

Call of Duty: Black Ops 2
Los Call of Duty no han destacado especialmente por sus guiones, pero hay que reconocer que en esta ocasión los chicos de Treyarch se han esforzado. No os aburriréis.
Cambia la historia - Decisiones, duración y rejugabilidad
Seguramente, la forma de contarnos la epopeya de la familia Mason mediante "flashbacks" no sea la más innovadora. Sin embargo, sí que lo es tomar decisiones que modifiquen parcialmente la trama. No debemos esperar grandes cambios sobre el argumento principal, que irá de principio a fin como en el resto de juegos de la saga, pero si decidimos ejecutar a alguien antes de tiempo o logramos rescatar a un personaje clave -entre otros- podremos obtener más o menos información, así como cinemáticas parcialmente diferentes. El título se regodea en esta característica, y nos ofrece incluso una opción de rebobinado para volver a vivir determinadas situaciones en función de los cambios en las decisiones tomadas.

Esto incluye el hecho de que Black Ops II no sea un videojuego con un único final, algo importantísimo, ya que os veréis incitados a rejugar una campaña que, en el nivel "curtido" (el tercero de los cuatro disponibles), nos costó completar entre 7-9 horas. Los Call of Duty nunca se han distinguido del resto de "shooters" por el número de horas de juego individual, más bien todo lo contrario, pero hemos de sentenciar que para lo que Treyarch tenía que contarnos en esta obra la duración resulta adecuada.

Además, la rejugabilidad es poderosa, y no sólo por el sistema de decisiones, sino porque en cada misión disponemos de diez retos a completar, lo que puede suponer un plus muy agradable para los perfeccionistas. Al margen de ello, tenemos la novedad de podernosequipar antes de cada fase con las armas y accesorios que deseemos, algo que ofrece distintas experiencias de juego. Asimismo, siempre tenemos cuatro niveles de dificultada nuestra disposición, para retarnos a nosotros mismos (y con la posibilidad de redirlos en cualquier momento por si nos vemos asediados). En definitiva, se nota que los desarrolladores se han esforzado, dándonos adicionalmente cantidad de escenarios (más de diez ciudades diferentes) y protagonistas, ya que no siempre controlaremos a Alex y David Mason.

Call of Duty: Black Ops 2 PC
Las misiones en el futuro, con David Mason, contienen algunas secuencias especiales, aunque no logran sacarnos nunca sacarnos de la jugabilidad Call of Duty original.
La llamada del deber - Experiencia de juego
Ahora bien, ¿cómo es la campaña? Los saltos temporales suponen lógicas implicaciones directas sobre el tipo de arsenal que usamos: Así, si en el pasado nos conformamos con una AK-47 en algunas misiones, en el futuro tendremos a nuestra disposición armas con radar equipado (capaz de localizar enemigos) y rifles francotiradores de mirilla térmica, pero también increíbles gadgets como el jetpack o los guantes adhesivos a las paredes al más puro estilo de la última película de Misión Imposible. Piratear torretas y dirigir robots es otra posibilidad, aunque hemos de decir que ninguno de estos aspectos -tampoco el de manejar una araña-robot en primera persona- suponen más de unos minutos en la campaña.

Los añadidos comentados y otros tantos en forma de descensos, escaladas o el uso decamuflaje óptico acaban siendo pequeños paréntesis en un modo historia que podría haber pasado de notable a sobresaliente si hubiese existido una mayor voluntad por aprovechar de verdad estas ideas. No ha sido así, resultando el conjunto una experiencia compacta y sobradamente conocida por los seguidores de la saga, que se resume en un shooter intenso que siempre busca que miremos hacia adelante. No obstante nos ha gustado mucho la integración de una dinámica fuertemente vinculada con el on-line en la campaña individual, la de la personalización del arsenal que podemos llevar a cabo antes de cada misión, e incluso proporcionar perks a nuestro protagonista.

Por otra parte la salud sigue regenerándose de forma automatizada, hay muchos eventos basados en scripts y, en resumen, el avance es tan pasillero como en las últimas guerras de Activision. Eso sí, se aprecia un interés, y se agradece, por introducir combates masivos, y hasta existen momentos en los que podemos completar una sección de un nivel siguiendo dos caminos distintos, aunque debemos dejar claro que no es la tónica habitual. Salirse de la fórmula original siempre es difícil, y eso que a Treyarch se le nota querer romper las cadenas, pero al final todo acaba siendo tan Call of Duty como siempre. No es algo que esté mal, ya que funciona de forma espléndida en términos de diversión, pero seguramente habrá un sector de usuarios al que la falta de riesgo podría incomodarles.

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